Extensión propone sin grandes pretensiones estéticas ni conceptuales, y en la misma línea que Monumental, un ejercicio intelectual, cuasi lúdico, en torno a la idea de la distancia y la incomunicación.
Fue pensada a partir de la búsqueda de una interacción directa de un espacio y sus elementos con otro, separados estos de manera geográfica, utilizando la imagen de teléfonos públicos como metáfora e hilo conductor.
Ante la dificultad que supondría una video-documentación en tiempo real entre un sitio y otro, la fotografía fija se convierte en el medio ideal para crear una conexión inmediata entre dos paisajes diferentes. Haciendo uso de este recurso además para satisfacer una inquietud estética y explotar la cualidad casi pictórica que ofrece la arquitectura cubana, lugar de donde se origina la idea.
La obra se presenta en el espacio público mediante códigos QR puestos sobre los teléfonos públicos conectando -a manera de “llamada telefónico-fotográfica contemporánea”- la ciudad de La Habana con la ciudad de Medellín.